«Hoy en día la totalidad del alumbrado público se opera desde un tablero de control centralizado, que cuenta con información actualizada al minuto, desde el cual es posible bajar o subir la intensidad de cada luz individual, detectar fallas y programar reparaciones. Según datos oficiales del Gobierno porteño, gracias a este sistema de gestión los reclamos disminuyeron un 40% por la reducción de los tiempos de reparación. Los gastos anuales en reparaciones se redujeron en un 30%. Además, el control centralizado coordina el encendido y el apagado a la salida y la puesta del sol, para un gasto más eficiente.
El centro de telegestión permite, además, la intervención de fachadas y monumentos emblemáticos de la ciudad (Obelisco, Cabildo, Planetario, etc.) ya que es posible programar de forma remota y anticipada iluminaciones temáticas con motivo de fechas patrias o jornadas de concientización»